lunes, 24 de abril de 2017

90 Virtudes y valores humanos imprescindibles

90 Virtudes y valores humanos imprescindibles, que las personas como seres humanos tienen que conocer y practicar, para intentar tener éxito en su vida personal:

Los valores humanos son aquellos bienes universales que pertenecen a nuestra naturaleza como personas y que, en cierto sentido, nos humanizan, porque mejoran nuestra condición de personas y perfeccionan nuestra naturaleza humana.

Valor es todo aquello que existe en la naturaleza, sea material o inmaterial, que es útil al hombre para satisfacer sus necesidades sean materiales o espirituales.

Si no descubrimos lo que somos, tampoco descubriremos qué valores nos convienen. Cuanto mejor percibamos nuestra naturaleza, tanto más fácilmente percibiremos los valores que le pertenecen.

Hay una diferencia entre los valores humanos en general y nuestros propios valores personales. El concepto de valores humanos abarca todas aquellas cosas que son buenas para nosotros como seres humanos y que nos mejoran como tales. Los valores personales son aquellos que hemos asimilado en nuestra vida y que nos motivan en nuestras decisiones cotidianas.

El ser humano confía en su propia percepción para decidir el grado de responsabilidad de sus actos y en su propia conciencia para juzgar el carácter bueno o malo, la bondad o la maldad de dichos actos. No hay en el mundo un tribunal de apelación más alto que el testimonio de la conciencia. Pero la moralidad subjetiva no es suficiente. Necesitamos tener un criterio objetivo.

La característica principal del valor es que sea útil al ser humano. Si no se usa no sirve de nada, no vale nada pues no resuelve ni ayuda  a la persona a realizarse.

La diferencia entre VALOR y VIRTUD, es que existe por sí mismo y se conserva a través de los tiempos. La virtud es cuando el hombre hace uso de los valores y los hace suyos al ponerlos en práctica.

Estas son 90 Virtudes y valores humanos imprescindibles, que las personas como seres humanos tienen que conocer y practicar, para intentar tener éxito en su vida personal:
1.  Abnegación. Se requiere hacer muchos sacrificios voluntarios o involuntarios, incluso muchas veces hacerlos por altruismo. Lo contrario es comodidad.
2.   Agradecimiento. Se debe sentir y mostrar gratitud por el trabajo, favores o actividades que le hacen y por los beneficios que recibe. Lo contrario es egoísmo.
3.   Amabilidad. Tiene que ejercitar y comportarse siendo afable, complaciente y afectuoso. Lo contrario es descortesía.
4.  Aprender. Siempre tiene que estar dispuesto a seguir aprendiendo, en una educación continua y escuchando todas las sugerencias que le hagan. Cuanto más sepa, más se superará y prosperará. Lo contrario es mantenerse o aumentar la ignorancia.
5.   Aprovechar. Tiene que saber aprovechar muy bien las oportunidades que se le presentan en su diario transcurrir, su tiempo y el de sus colaboradores, personas a cargo o personas con las que debe interactuar, sacando el mejor provecho a los recursos humanos sean propios o ajenos que tiene a la mano. Lo contrario es derrochar.
6.   Arrepentimiento. Tiene que saber arrepentirse, privada o públicamente de los errores cometidos, bien sean propios o motivados por otros. Lo contrario es el orgullo.
7.    Autodisciplina. Junto con el autodominio, son dos de las virtudes más importantes, para saber actuar sin dejarse llevar por los vicios contrarios, como son la pereza, la holgazanería, etc. Lo contrario es el desorden.
8.   Ayudar. Debe saber hacer el esfuerzo para cooperar, auxiliar o socorrer, cuando los demás lo necesitan o incluso adelantándose. Lo contrario es negar, abandonar o estorbar.
9.   Bien común. Tiene que intentar que su vida personal aporte algo positivo, para mejorar la sociedad, bien sea en aportes de productos o servicios. Lo contrario, hará que fácilmente caiga en el mal o en la indiferencia, hacia la sociedad.
10.  Carácter. Le permitirá mantener que su “si”, es “si”, y que su “no”, es “no”, lo que le distinguirá positivamente de los demás y lo transmitirá a sus actividades, servicio y a los demás. Lo contrario es flaqueza e ineficacia.
11.  Coherencia.  Para mantener la buena relación de unas cosas con otras, en una actitud lógica y consecuente, sabiendo distinguir entre lo importante y lo urgente. Lo contrario es incongruencia y caos.
12.   Colaboración. Dándola y pidiéndola para formar buenos equipos, que naveguen todos y siempre en el mismo rumbo en el camino de la vida. Lo contrario es individualismo y egoísmo.
13.   Conciencia. Debe conocerse a sí mismo, interna y externamente y reflexionar sobre el bien y el mal de sus actividades. Lo contrario es insensibilidad.
14.    Confianza. Teniéndola sobre sí mismo y sobre lo que está haciendo, para que le de fuerza el hacer las cosas. Las actividades realizadas deben hacerse, la mayoría de las veces en función de la mutua desconfianza. Lo contrario es inseguridad.
15.   Conocimiento. Es imprescindible e indispensable, estar al día a través de la educación continua, de todo lo relacionado con las actividades propias de cada uno. Activando el entendimiento, la inteligencia y la razón natural. Lo contrario es ignorancia.
16.   Constancia. Debe ser firme y perseverante en los objetivos, resoluciones y propósitos acordados. Lo contrario es flaqueza e inestabilidad.
17.   Control. Para los propios actos personales y los internos y externos de todo lo relacionado con la vida, desarrollado en todos los niveles, para evitar que las cosas se vayan de las manos. Lo contrario es negligencia o descuido.
18.   Cooperación. Es la base para formar equipos en conjunto con amigos, conocidos, colegas y conseguir los objetivos. Ofrecer antes de recibir. Lo contrario es egoísmo e inhibición. 
19.   Cortesía. Es una de las demostraciones de la buena educación, al manifestar atención, respeto o afecto hacia otras personas, máxime cuando no se lo merecen. Lo contrario es tosquedad y ordinariez.
20.    Criterio. Una de las virtudes más difíciles de demostrar diariamente y en todos los actos de la vida. Es la norma que con juicio y discernimiento, permite conocer la verdad. Lo contrario es insensatez e inmadurez.
21.    Decisión. Pero siempre acompañada del conocimiento. Acelerarse conduce a errores. Apuntar bien, pero disparar cuando haya certidumbre. Lo contrario es flaqueza y apatía.
22.   Desprendimiento. Obrar con despego, largueza y desinterés por las cosas, aunque suponga saber perder. Lo contrario es tacañería, avaricia y egoísmo.
23.  Dialogar. Hablar y escuchar alternativamente como las personas de bien, las ideas de cada uno, buscando la avenencia coherente o sea la conformidad y la unión. Lo contrario es falta de comunicación.
24.   Diligencia. Hacer las cosas bien con prontitud, cuidado y agilidad. No es conveniente hacer las cosas mal, pero deprisa. Lo contrario es pereza.
25.   Disciplina. Hacer las cosas siempre de acuerdo con el orden establecido. Es uno de los principales cimientos, donde se asientan muchas de las otras virtudes y valores. Lo contrario es desorden.
26.  Discreción. Relacionada con la sensatez, la prudencia, y la reserva para formar opiniones y tener mucho tacto al hablar u obrar. Lo contrario es imprudencia pudiendo ser temeraria.
27.  Educación.  Tanto en la formación profesional, como en la manera de comportarse con los demas; colaboradores, proveedores, clientes, familiar y socialmente. Lo contrario es grosería o zafiedad/ chavacanería/ordinariez.
28.    Ejemplo. Para que otros se sientan inclinados a imitar lo realizado, si es bueno y honesto, o para que eviten caer en lo opuesto. Lo contrario es escándalo.
29.    Entrega.  Hay que tener pasión sana, por lo que se hace o se quiere hacer, poniendo mucha atención, interés y esfuerzo.  Lo contrario es pasar o abandonar.
30.   Entusiasmo.  Hacer las cosas que admire o cautive, con exaltación y fogosidad de ánimo, de forma fervorosa, que le mueva a favorecer los objetivos. Lo contrario es apatía y desánimo.
31.   Escuchar. Prestando atención a lo que le dicen intentando entenderlo. Escuchar bien, suele ser más difícil que hablar. Lo contrario es ignorar.
32.   Esfuerzo. Es necesario aplicar toda la posible energía, vigor, ánimo y valor para vencer las dificultades y conseguir lo propuesto,   cada una de las actividades diarias y en nuestras acciones. Lo contrario es dejadez o desistir.
33.  Espíritu crítico. Las críticas principales tienen que llegar de la propia persona, las del exterior puede que no le lleguen. Es bueno cuestionarse y cuestionar, todas las acciones personales y las realizadas para las actividades compartidas. Lo contrario es pusilanimidad.
34.   Estudio. Hay que dedicar muchas horas semanales a la formación y a la educación continua, para estar al tanto de lo que hay y de lo que se avecina. Lo contrario es descuidarse o abandonarse.
35.  Examen interno. Hacerlo con nuestros aspectos psicológicos, nuestra mente, nuestro espíritu, y nuestros sentimientos, que no deje resquicios a los olvidos  o a la pereza de enfrentarse a situaciones propias, por muy desagradables que sean. Lo contrario es irreflexión o despreocupación.
36.   Ética. Las acciones, trabajo y servicios si son hechos bajo esta premisa moral, siempre darán buenos frutos. Donde falta la ética entran los problemas. La ética siempre paga buenos dividendos, Lo contrario es Corrupción.
37.   Familia. El principal objetivo de una persona es la mejora de la familia, por lo que no puede ser un obstáculo para nuestro hacer diario, no se deben realizar acciones para que la familia se destruya. Hay que equilibrar muy bien el trabajo y todos los aspectos en que nos novemos o actuamos con la familia. Lo contrario es abandono familiar.
38.   Fidelidad. Es muy importante ser leales con las personas, sean familiares o amigos, con todas con las que compartimos algo e incluso con las empresas relacionadas con nuestras actividades. La fidelidad también paga buenos dividendos. Lo contrario es deslealtad o traición.
39.   Formación. Juntamente con el estudio y la educación, deben ser valores para tener muy presentes, si se pretende que la vida propia funcione y prospere. Lo contrario es ignorancia.
40.   Fortaleza. Esta virtud humana sirve para que con la fuerza y vigor que produce, poder vencer el temor y saber huir de las malas tentaciones morales y profesionales. Lo contrario es debilidad o flaqueza.
41.  Generosidad. Tiene que ir con largueza delante o al lado de la caridad, nunca detrás, pues se antepone a la utilidad y al interés. Lo contrario es tacañería, mezquindad o egoísmo.
42.   Gratitud. Dicen que ser agradecidos es de bien nacidos, pero hay que demostrarlo y comunicarlo. Si es posible, devolver a otros los beneficios que gratuitamente hemos recibido. Lo contrario es deslealtad.
43.   Honestidad. La forma de hacer negocios, que estén relacionados con la honradez, el recato, la justicia, la razonabilidad, la rectitud y la decencia. Lo contrario es inmoralidad, maldad o desvergüenza.
44.    Honor. Mantenido en la palabra dada y en la reputación, para cumplir con los compromisos y deberes del prójimo y de uno mismo. Lo contrario es vileza, bajeza o indecencia.
45.    Honradez. Tanto en el trabajo realizado, en el precio y plazo acordado, en los salarios pagados y en el beneficio obtenido. En toda actividad comercial que realicemos. En el sentir de cada quien,  hacia los demás. Cuando ofrecemos cariño, amistad, amor y toda la clase de sentimientos.  Lo contrario es inmoralidad o deshonra.
46.   Humildad. Para conocer las propias limitaciones y debilidades y obrar en consecuencia, sin que sea falsamente, para no engañar a los demás seres humanos. Lo contrario es soberbia, altanería u orgullo.
47.   Imagen. Tratar de mantenerla buena, ante la sociedad que le rodea, en el aspecto personal, familiar, social y profesional. Lo contrario es abandono o dejación.
48.   Justicia. Dando a cada uno lo que le corresponde o pertenece, en función de su derecho, la equidad o la razón. Lo contrario es parcialidad o arbitrariedad.
49.   Lealtad. Soportada en la fidelidad, en el honor, en la hombría de bien, en el amor, en la legalidad, en la verdad y en la gratitud. Lo contrario es traición, hostilidad o animosidad.
50.   Liderazgo. Demostrándolo continuamente, para dar ejemplo y arrastrar hacia otras virtudes y valores humanos a las personas con quienes se interactúa, amigos, familiares, colaboradores, clientes, proveedores y a la sociedad. Lo contrario es subordinación, sumisión o dependencia.
51.  Madurez. Demostrando continuamente la plenitud vital indispensable, sensatez, buen juicio y prudencia. Lo contrario es inexperiencia.
52.    Moderación. Haciendo que las palabras y las acciones sean con cordura, discreción y templanza. Lo contrario es desenfreno, abuso o exceso.
53.   Obediencia. Practicándola por jerarquía, cortesía o reconocimiento, sin que suponga sometimiento. Lo contrario es indisciplina.
54.    Objeción de conciencia. Derecho irrenunciable que tienen todos los seres humanos, para no realizar acciones que vayan en contra de la moral, de la ética, de las leyes o de las buenas costumbres. Lo contrario es aprobación o conformidad.
55.   Objetivos determinados. A los que deben ajustarse todas sus acciones, para evitar distracciones o desviaciones no previstas. Lo contrario es irreflexión o ligereza.
56.   Optimismo. Actitud y propósito para ver y juzgar con realismo las cosas en su aspecto más agradable. Lo contrario es negativismo.
57.   Orden. Haciendo primero lo primero, y en el lugar que a cada cosa le corresponde. Pero sabiendo lo que se hace, se dicta, se obedece y se ejecuta. Lo contrario es anarquía.
58.    Paciencia. Teniendo que padecer o soportar algo sin alterarse, sabiendo esperar, aunque sea pesado o minucioso. Lo contrario es atolondramiento.
59.    Palabra de honor. Demostrando que el si es si y él no es no en las acciones, testimonios, promesas u ofertas. Lo contrario es engañar o decepcionar.
60.    Perdón. Sabiéndolo otorgar aunque duela, si previamente ha habido una razonable petición e intención de restitución. Lo contrario es castigo, venganza o represalia.
 61.  Perfección. Intentando continuamente hacer lo mejor posible las cosas, con superación y eficacia. Algunas veces pudiera ser enemiga de lo mejor. Lo contrario es fealdad o maldad.
 62.  Perseverancia. Intentando mantenerse constante en una actitud u opinión que se ha comenzado. Lo contrario es abandono o inconstancia.
 63.  Prever. Intentando ver con anticipación lo que posiblemente pueda suceder, estudiando las señales, indicios, analizándonos y analizando nuestro entorno, etc. y poder así tomar las correspondientes medidas. Lo contrario es despreocupación o desconocimiento.
 64.   Prójimo. Considerando al colaborador, amigo o familiar con  solidaridad humana. El interactuar es la suma de muchos prójimos, a los que hay que tratar como si fuera uno mismo. Lo contrario es distante o desconocido.
 65.  Prudencia. Para discernir y distinguir lo que es bueno o malo, y así poder seguirlo o huirlo. Está relacionada con la templanza, la cautela y la moderación. Lo contrario es desenfreno.
66.   Puntualidad. Teniendo en cuenta que el tiempo es oro, armonía familiar y social, para uno mismo y para los demás. Nadie tiene derecho a robar impunemente el tiempo ajeno. Lo contrario es informalidad, abuso, desconsideración.
67.   Rectitud. Haciendo y diciendo las cosas con justicia, exactitud, razón, justificación y conocimiento. Lo contrario es arbitrariedad, parcialidad o desequilibrio.
68.   Reflexión. Para poder tomar más sabiamente las decisiones y para persuadir o convencer a las demás personas de quien necesitamos algo. Lo contrario es negligencia.
69.   Respeto. Haciendo todas las actividades diarias en armonía y manteniendo las relaciones personales con miramiento, consideración y deferencia. Lo contrario es insolencia o descortesía.
70.   Responsabilidad. Asumiéndola en las duras y en la maduras, principalmente en las acciones realizadas voluntariamente, aunque hayan salido mal. Lo contrario es inmadurez, imprudencia o insensatez.
71.   Sabiduría. Intentando alcanzarla a través del estudio, que profundice en el conocimiento necesario, lo que le permitirá realizar sus acciones de forma prudente. Lo contrario es ignorancia, desconocimiento o ineptitud.
72.   Sacrificio. No huir de la abnegación que pueda suponer el esfuerzo que demanda el diario vivir, incluso pensando en la recompensa por el trabajo bien hecho. Lo contrario es comodidad.
73.   Salud. Intentando mantenerse en perfectas condiciones físicas, mentales y espirituales, para poder realizar con plenitud todas las tareas necesarias para cumplir con las actividades diarias. Lo contrario es desarreglo, desorden o ruina.
74.  Secreto. Sabiendo conservar, reservar y ocultar, cuidadosamente y con sigilo, los conocimientos, secretos ajenos o propios,  si los tenemos o sabemos, o en el trabajo que se realice. También nuestra vida privada, debe ser lo más privada que se pueda. Lo contrario es imprudencia, descuido o  locuacidad.
75.   Sencillez. Intentar vivir de forma natural, sin ostentación, doblez, ni engaños. Evitando la ostentación y los adornos. Lo contrario es soberbia o exageración.
76.   Sensatez. Haciendo las cosas con prudencia y buen juicio, siempre de acuerdo con las normas, usos y costumbres en la vida, para no poner en riesgo nada propio o ajeno. Lo contrario es irreflexión, dislate o candor.
77.   Seriedad. Demostrándola de forma real y sincera, en la forma de proceder en todas las acciones de la vida, sin que haya engaños, burlas o dobleces. Lo contrario es irresponsabilidad, ligereza o frivolidad.
78.  Servicio. Entendiendo que es una de las características, que más aprecian las personas y seres humanos y que puede definir el ser o no ser de una persona. Lo contrario es desamparo, desidia o indolencia.
79.    Sinceridad. Expresándose con sencillez y verdad, sin fingir en lo que se dice o se hace. La verdad hace libre a las personas, no las medio verdades o medio mentiras. Lo contrario es hipocresía, doblez o malicia.
80.   Solidaridad. Sabiendo aplicar esta variante de la caridad, en las inquietudes o problemas de las demás personas o en los sucesos que ocurren a diario en el mundo. Hoy por ti, mañana por mí. Lo contrario es egoísmo o indiferencia.
81.   Sufrimiento. Llevando con paciencia, conformidad y tolerancia, los malos momentos de la vida, pero sin desviarse por ellos de los objetivos propuestos, pues siempre habrá momentos que hay que superar. Lo contrario es insolencia o intransigencia.
82.  Templanza. Moderando los apetitos y el mal uso de los sentidos, sujetándolos a la razón con sobriedad y continencia. Lo contrario es desenfreno, exceso o abuso.
83.   Tiempo. Buscando un equilibrio entre el dedicado a la familia, al negocio, al esparcimiento y a la formación profesional y religiosa. Todos tenemos 24 horas y las podemos administrar. Lo contrario es descontrol o egoísmo.
84.   Tolerancia. Respetando y sufriendo con paciencia las ideas, creencias u opiniones de las demás personas, aunque sean diferentes o contrarias a las propias. Lo contrario es tiranía, intransigencia o terquedad.
85.  Trabajo. Procurando dignificarlo religiosa y socialmente, en beneficio propio y de los empleados. Lo contrario es holgazanear o vaguear.
86.  Trato. Procurando el buen comportamiento con los empleados, clientes y proveedores, demostrando una buena educación. Lo contrario es hostilidad o brusquedad.
87.   Valor. Demostrando mucha entereza de ánimo, para cumplir los deberes con los empleados, clientes y proveedores, sin arredrarse por asumir los riesgos bien estudiados. Lo contrario es cobardía, timidez o temor.
88.  Verdad. Mantener siempre lo que se dice, siente o piensa, aunque cueste disgustos. Lo contrario es mentira, falacia o engaño.
89.   Vergüenza. Tener el pundonor de reconocer, interna o externamente por las faltas cometidas, o por acciones  deshonrosas, propias o ajenas. Lo contrario es descaro, impudor o cinismo.
90.   Voluntad. Ejercitar el libre albedrío, para decidir la propia conducta, sin dejarse presionar por las circunstancias o por terceros. Lo contrario es indiferencia, debilidad o desgana.

El siguiente Valores Básico que es aconsejable tener en cuenta para formar virtudes en nuestras vidas: 
-  LA DISCIPLINA.


La disciplina la veremos en la próxima publicación.

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