lunes, 24 de abril de 2017

Disciplina


La Disciplina es la capacidad de actuar ordenada y perseverantemente para conseguir un bien.

La Disciplina exige un orden y unos lineamientos para poder lograr más rápidamente los objetivos deseados, soportando las molestias que esto ocasiona. La principal necesidad para adquirir este valor es la Autoexigencia; es decir, la capacidad de pedirnos a nosotros mismos un esfuerzo "extra" para ir haciendo las cosas de la mejor manera. El que se sabe exigir a sí mismo se hace comprensivo con los demás y aprende a Trabajar y a darle sentido a todo lo que hace. La disciplina es indispensable para que optemos con persistencia por el mejor de los caminos; es decir, por el que nos va dictando una conciencia bien formada que sabe reconocer los deberes propios y se pone en marcha para actuar.

Este valor es fundamental y básico para poder desarrollar muchas otras virtudes, sin la disciplina es prácticamente imposible tener fortaleza y templanza ante las adversidades que se presentan día a día.
Siempre debemos estar conscientes del objetivo que queremos lograr y proponernos alcanzarlo; eso, es eficacia. Ser eficaz es la capacidad de producir resultados; no solamente se debe dar en las áreas en que producimos cosas, sino también debemos dar resultados como alumnos, padres, hijos, hermanos y como ciudadanos.

Para llegar a aceptarnos, primero debemos conocer todo lo que somos -tanto lo bueno como lo malo- sin juzgarnos. Es importante saber y aplicar que debemos huir de las comparaciones, pues todos somos diferentes. Por último, una vez que conocemos y valoramos lo bueno de nosotros mismos, podemos potenciarlo centrándonos en aquellas actividades que sabemos que podemos realizar con mayor facilidad y crecer dentro de ese ámbito, mientras que aceptamos aquello que, en un momento dado, se nos puede escapar.

El cumplimiento correcto de las virtudes viene a ser lo que llamamos ÉTICA.

Cuando NO se cumple con las virtudes, NO se está actuando ÉTICAMENTE.

Todos tenemos virtudes y defectos que nos diferencian de los demás y que, por tanto, nos aportan una identidad propia.

La humildad es la Madre de todas las virtudes, 

así como la soberbia es la madre de todos los vicios.


Estas son algunas Técnicas para perseguir nuestro propósito:

1. Autoexamen: concéntrese al máximo en descubrir su verdadero yo. Descubra sus habilidades particulares y qué le hace verdaderamente feliz. Esto le permitirá enfilar sus energías hacia la consecución de sus sueños.
2. Cinco pasos para alcanzar objetivos:
2.1. Formarse una clara imagen mental del resultado.
2.2. Someterse a presiones positivas: por ejemplo, el compromiso público.
2.3. Nunca fijarse una meta sin fijar un plazo para lograrla.
2.4. Aplicar la “regla mágica del 21”: la cual es que para que un comportamiento nuevo se vuelva un hábito, es preciso repetirlo durante 21 días seguidos.
2.5. Disfrutar de todo el proceso.

Ahora ya solo queda poner por obra todo lo aprendido en este artículo.
Inquietudes y demás a través de: http://saludintegral-distribuciones.simplesite.com

Gracias por contactarnos.

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